HUÉ

     Nos alojamos en el Asia Hotel Hué. Un establecimiento coqueto y bien situado donde pasamos 2 noches.

     Curiosamente, tenia mi nombre escrito (aunque con alguna errata) en un panel a la entrada como dándonos la bienvenida. La habitación, como se puede ver, tenia una curiosidad, el baño se asomaba al dormitorio por una cristalera un poco impúdica pero que permitía ver la televisión mientras te bañabas.

     También dimos buen uso de la piscina en la planta séptima, con unas vistas panorámicas de la ciudad.

 

 
     Lo primero que visitamos el día siguiente fue la ciudadela, lo que correspondía con la residencia real de los orígenes de Vietnam.

     Con tres zonas bien diferenciadas, entramos por la ciudadela defensiva con muros bien altos y estrechas puertas que guardaban en su interior la ciudadela imperial con los edificios administrativos, para luego dejar paso a la ciudad púrpura prohibida con los aposentos reales. Todo a un lado del río Perfume (hay muchos ríos llamados Perfume en Vietnam), donde se ha prohibido cualquier edificio de mayor altura que los tres pisos del palacio real.

     Recorrimos uno tras otros varios edificios de variada arquitectura con puertas llenas de filigrana y bellos jardines y estanques plagados de peces y flores de loto.

     Muy cerca de allí, visitamos la Pagoda de Thien Mu, famoso por ser el punto de reunión de las manifestaciones políticas que tuvieron lugar en 1960. A un lado se conserva todavía el coche Austin del monje que se prendió fuego en 1963 en protesta por las acciones y la política del presidente survietnamita.

     Luego tocaba el paseo por el río en un barco muy adornado propiedad de una familia que también se ganaba la vida vendiendo camisetas y recuerdos. Por lo curioso del caso hice una foto del papel con el texto horrorosamente traducido que nos entregaron.

    

     Al día siguiente, antes de subir al avión hacia el sur aun tuvimos tiempo de visitar las tumbas reales. Recorrimos tres de ellas, creo que las mas importantes, las de Minh Mang, Tu Duc y Khai Dinh. Abajo dejo unas cuantas fotos de cada una de ellas, quizás mas de la de Khai Dinh, la ultima en construirse, la mas pequeña pero la mas ornamentada. Todas conservan sus bellos jardines y estanques, su pabellón de las estelas y su patio con figuras de guerreros y animales en formación.

 

     Durante el recorrido, el guía no paraba de explicar los pabellones que íbamos atravesando y las vidas y peripecias de los reyes, las mujeres e hijos que tuvieron y las influencias políticas que hicieron que este país se rindiera al gobierno colonial francés.

     En uno de los últimos pabellones nos topamos con estos dos monjes femeninos que no dudaron en posar, con su permiso, para una foto.

     Poco tiempo tuvimos para recorrer la ciudad. Una tarde paseamos por el borde del río y nos topamos con un pequeño mercado juvenil de ropa, calzado, algún puesto de comida, venta de móviles y regalos a muy buen precio. Estaba repleto de jóvenes y sin ningún turista.

     La mañana siguiente alquilamos dos ciclotaxis y atravesamos un puente para adentrarnos al otro lado del río. Visitamos un curioso mercado con todo tipo de alimentos, enseres, frutos secos y animales vivos y muertos. También contaba con una barbería donde no dudé en afeitarme por poco mas de un euro. La vuelta entre la marabunta del trafico local en hora punta fue toda una hazaña.

      La visita a la fabrica de incienso que venia en el recorrido que nos dieron se limito a un puesto justo al lado de la carretera donde una paisana rellenaba varitas de incienso con una pericia y una velocidad asombrosa. Pueden verlo en el video que está mas abajo.
     Y después de dos días en Hue abandonamos el centro de Vietnam para adentrarnos en el delta del gran río Mekong y visitar la segunda gran ciudad del país: Ciudad Ho Chi Ming o mejor, para todos, Saigon.