En abril del 2011 hicimos una breve escapadita al país vecino. Ya habíamos estado en el sur, en Albufeira, un buen fin de semana largo. En este caso el destino era la capital, Lisboa y con una pequeña visita a un bello pueblo cercano, Sintra.

    En una web poco conocida encontramos una buena oferta para un hotel muy aparente y medianamente bien situado, el Tiara Park Atlantic.

     La habitación del hotel Tiara Park Atlantic, espaciosa, con buenos materiales, una gran televisión plana y un cuarto de baño de diseño, amplio y muy limpio. En una planta alta con vistas a la zona antigua y al cercano parque de Eduardo VII que era al comienzo, camino abajo, todos los días, de nuestras aventuras por la capital.

     El minibar, muy completito, ni lo tocamos. En la foto de al lado pueden comprobar los precios de las bebidas. La categoría del hotel se veía bien reflejada en el cartel.

 

La ciudad

La capital tiene mucho que ver. El centro de la ciudad se abre al mar por la plaza del Comercio, una gran plaza con una puerta imponente y rodeada de soportales que, el sábado que fuimos, estaba repleta de tenderetes de venta de las cosas mas variadas.

Luego se llega a lo que se llama "La Baixa" un cuadriculado de calles con varias plazas emblemáticas, como las de Restauradores, Rossio o la de Figueira, y alguno de los lugares mas conocidos de la ciudad como la estación de trenes de Rossio y los elevadores de Santa Justa y de la Gloria. Estas calles están repletas de restaurantes para turistas.

 

    

 

     A ambos lados de La Baixa se empinan dos de los barrios mas representativos de la ciudad.

     Mirando al mar, a la izquierda, el barrio de Alfama, el antiguo barrio de los pescadores, con el castillo de San Jorge en su cima desde donde se tiene una panorámica magnifica del centro. El barrio esta plagado de callejuelas serpenteantes y empinadas y abriéndose, a veces a balcones y terrazas con vistas diversas de la ciudad.

 
     A la derecha, los barrios de Chiado con muchos edificios  comerciales y el llamado "barrio alto" también con muchos restaurantes, plazuelas y terrazas con vistas.

     A estos barrios se accede por calles empinadas y los elevadores antes mencionados.

     Otro barrio representativo de la ciudad es Belem. Junto al río y en un agradable paseo se diseminan varios edificios y monumentos célebres.

El primero que visitamos fue la Torre de Belem, autentico bastión de estilo manuelino que daba entrada a la ciudad. Cuando estuvimos en esta parte era domingo y la entrada a los edificios públicos era gratis, esto se traducía en una gran concurrencia.

Tras la torre le tocó el turno al monumento a los descubrimientos, una altísima atalaya en forma de proa de barco con conocidos personajes de la historia a izquierda y derecha y frente a ella, en la plaza, una gran rosa de los vientos formada con baldosas multicolores. Las vistas desde arriba son espectaculares pero, este si, hay que pagar por verlas.

     Justo frente al monumento a los descubrimientos esta la joya del estilo manuelino, el Monasterio de los Jerónimos. En el mismo monasterio y en su iglesia se encuentran las tumbas de ilustres portugueses como Vasco de Gama, Luis de Camoes y Fernando Pessoa.

     Imprescindible contemplar el claustro del monasterio, recargado de columnas todas distintas y con innumerables detalles.

     Cerca de allí está uno de lo museos mas curiosos y el primero en su género del mundo: el museo de carruajes.

     Se trata de un museo pequeño pero con una colección de coches de caballos impresionante.

 
     Justo en la otra parte de la ciudad está la zona nueva, la que se creó para la exposición universal de 1998, el parque de las naciones, con muchos edificios modernos.

     El domingo no era precisamente el día idóneo para recorrer esta zona, muchas de las atracciones estaban cerradas, solo nos dio tiempo a visitar el Oceanario y una vueltecita en el teleférico que sobrevuela la zona.

SINTRA

Sintra es una pequeña población situada a 100 Kms de Lisboa. Dada su situación escarpada entre montañas frente al Atlántico, recibe los vientos húmedos de la mar y conserva un microclima con una vegetación exuberante.

 

     Lo primero que visitamos es la Quinta de Regaleira. Se trata de un lugar mágico relacionado con la alquimia, la edad media y la masonería. El microclima reinante hace que se acumule bruma y humedad lo que da al lugar un aspecto aun mas tenebroso.

     En sus cuatro hectáreas se acumulan cuevas, torres, pequeños lagos, una capilla, un pozo iniciático con escalinatas interiores y un palacio con una arquitectura que mezcla el gótico, el romántico y el manuelino. Los jardines que en principio están ordenados se transforman en una floresta y luego en un bosque impenetrable cuanto mas alto subimos. Es toda una delicia pasear por los caminos y descubrir escondrijos secretos, escaleras a ninguna parte y atajos que suben y bajan.

     El palacio de la pena.

     Asentado sobre peñascos se encuentra esta otra joya mezcla intencionada de varios estilos arquitectónicos. Fue morada de la familia real portuguesa hace dos siglos que lo utilizaba como residencia de verano. Se puede llegar andando por una escarpada carretera o subiendo en autobús desde el pueblo.

Curiosidades

     Un artista callejero en plena Baixa. Aquí, como en muchas grandes ciudades ibéricas, cada uno se gana la vida como puede o sabe. Igual no se ve muy bien, pero el tipo está suspendido en el aire con la única ayuda del bastón.

     Un cartel en un autobús turístico, alertando de los carteristas. Aquí, como en muchas grandes ciudades ibéricas, también hay gente que se gana la vida como no debe.

     El "Pavilhao Chinesse", una joya en pleno barrio alto. Pongo esta foto donde aparece Franco por la curiosidad pero se trata de un establecimiento tipo "Pub" repleto de colecciones de lo mas variado: soldaditos de plomo, banderas, platos, esculturas y figuras antiguas, en fin, un sitio que merece la pena buscar y visitar y con una ventaja: hay zona de fumadores, justo el salón donde esta hecha esta foto.

     Un urinario publico en pleno centro y al aire libre. En realidad es solo una curiosidad y un reliquia de otro tiempos.

     El estadio del club de fútbol "os belenenses".

     Comida y bebida típicamente portuguesas, abundante y barata.

      Otra curiosidad, aquí las ambulancias son del INEM. (Aclaración, el INEM es, en España, el Instituto Nacional de Empleo. O mejor dicho, era, porque ahora es el SEPE. Cuestión de siglas).

     El detalle de la puerta del Palacio de la Pena en Sintra.

     Una de las cafeterías mas famosas de Lisboa. A Brasileira, con la estatua de su mas famoso inquilino: Fernando Pessoa.