Myanmar es el país de los Budas.

     De todo el sudeste asiático, al menos del que yo he conocido, en cuanto a imágenes de Buda, Myanmar se lleva la palma. Enormes o diminutos. Blancos, dorados, multicolores. De metal, mármol, cemento, madera o cualquier otro material. De pie, sentado, reclinado e incluso yacente. En las cuevas de Pindaya se amontonan miles de estatuas de Buda de todos los tamaños y en la mayoría de los templos, y hay muchísimos (solo en la llanura de Bagán hay mas de 2000 hoy), no hay oquedad en la piedra o nicho en la pared sin su representación de Buda.

     Myanmar es el país de las mujeres de cara pintada.

     La gran mayoría de la mujeres que vimos retocan su cara con un potingue amarillento llamado Thanaka que fabrican con la corteza rayada de un árbol mezclada con agua. La utilizan como maquillaje y como protección solar, allí, como en otros países asiáticos, identifican la tez morena con el trabajo rural y disfrutan manteniendo una cara tersa y blanquecina. Además también detectamos algún carácter religioso en la costumbre del uso del Thanaka.

      Myanmar es el país de los hombres con falda.

     La vestimenta original del Birmano (le llamaré Birmano mejor que hombre o mujer de Myanmar porque al parecer no tiene gentilicio) incluye una falda sencilla llamada Longhi. Se trata de un tubo de tela que se anuda a la cintura y se convierte en la principal vestimenta inferior para hombres y mujeres. Se coloca de manera distinta según cada sexo y se convierte en pantalón corto cuando es necesario tener libres las piernas como en un partido de chinlone, un juego local de pelota.

     En las grandes ciudades aun puede verse pero el impulso de la moda occidental empieza a calar en esa sociedad y cada vez se ven mas pantalones y faldas normales. En el campo, el Longhi se utiliza mayoritariamente.

     Estoy convencido de que hay que tener nacionalidad asiática para llevar esta prenda con dignidad porque a mi me quedaba de lo mas incómodo y ridículo. No hay mas que ver la última foto.

     Myanmar es el país de los dientes rojos.

     En muchos puestos callejeros puede encontrarse una especie de chicle birmano fabricado con nuez de un árbol llamado Areca que mezclan con un poco de cal apagada, tabaco y diversas frutas secas y envuelven con una hoja de Betel. Al parecer tiene efectos afrodisíacos o estimulantes y es consumido sobretodo por hombres (particularmente, todos los conductores que tuvimos lo consumían).

     La mezcla se mastica y se hace revolver en la boca hasta producir una saliva roja que escupen en el suelo sin ningún pudor.

     El exceso de salivación y la acción del carbonato calcico hace polvo los dientes pero eso no parece importarles y parece que también les trae sin cuidado el sembrado de escupitajos encarnados que se puede ver por las aceras y los templos y conviene no olvidar que a los templos se accede obligatoriamente descalzo.

     Lamentablemente no tengo imágenes del curioso preparado y las que expongo están sacadas de la wikipedia y de este blog de viajes.

 
     Myanmar es el país de los perros feos.

     No vimos demasiados perros en Myanmar y la mayoría de ellos parecían callejeros y sin dueño pero no puede decirse que fueran precisamente bonitos.

    Todos de pelo corto, orejas pequeñas y desiguales, muchos con piel descamada y cicatrices. Parecían todos primos probablemente por el exceso de consanguinidad en los cruces. Y temerosos, tanto que ni se acercaban al ofrecerles comida.

 


    El pasado año, el 2015, fuimos a Thailandia por segunda vez y coincidimos con otras dos viajeras empedernidas que habían visitado Myanmar tiempo atrás, y nos hablaron muy bien de ese país tan parecido y tan distinto a la vez del Reino Thai.

     Por eso cuando la aerolínea Qatar Airways lanzó una promoción de vuelos baratos hacia varios destinos no lo pensamos dos veces. Era el impulso que necesitábamos para volver de nuevo al sudeste asiático. Esta vez a un país mas pobre y con escaso bagaje turístico. La antigua Birmania. La antigua Burma. Un país que luego de 50 años de dictadura militar y de cierres fronterizos, empezaba a abrirse paso al conocimiento internacional. Para bien o para mal.

 

     Comenzaba entonces la tarea de encontrar una agencia que nos facilitara las cosas. Nosotros no somos de ir por libre en plan descubrimiento y aventura. Ya no estamos para esos trotes. Ya me gustaría a mi tener un primo en Myanmar o en muchos otros países que me gustaría conocer porque esa es la opción ideal, pero no siendo así preferimos la tranquilidad de viajar con una agencia del mismo país visitado, con experiencia suficiente y buenas criticas. Todo eso lo cumplía Onestop, y fue de las primeras a las que pedimos presupuesto junto con otras conocidas como Viajes Indochina, APT Viajes, Baton Tours, The Asian Continent o Adventuremyanmar. La mayoría tardaron en contestar y sus propuestas, aunque similares, variaban mucho el precio, aunque nada que ver con los grandes touroperadores como Kuoni, Catay o Elcorteingles que desechamos de inmediato. Además queríamos un viaje en privado y los precios, en ese caso, eran desorbitados.

     Al final el premiado fue Onestop, con una propuesta aceptable, muy cercana a lo que queríamos y con posibilidades de modificación. Permitían el pago total una vez es destino (y esto es raro), permitían el pago en euros (haciendo el cambio del día de la pagina esta) y además nos rebajaron un pico cuando unos amigos nuestros se unieron a la aventura. Al final seriamos cuatro personas, 15 días en destino, del 25 de agosto al 8 de septiembre, en buenos hoteles, algunos espectaculares, con guía en español, coche y conductor en cada destino, para visitar Yangon, Bagan, Mandalay y el lago Inle principalmente, pero con incursiones en Bago, La piedra dorada, Hpa'An, Mawlamyine y Pindaya. Y además con un aliciente: Nuestro guía viaja con nosotros incluso en los vuelos internos y se encarga de gestionarlos así como de toda la programación y eso nos proporcionó una rapidez en los tramites y una tranquilidad impagable.

    Durante todo el mes de febrero intercambiamos correos con Zaw de Onestop puliendo detalles. Al final escogimos una opción que juntaba dos de los itinerarios que proponían en su Web, el clásico triangulo de las 3 zonas (Bagan, Mandalay y Lago Inle) con entrada y salida en Yangon, que suponían 9 días y un minirecorrido de 5 días por el gran delta que forma el río Sittang (o Chitang) que incluía Bago, Golden Rock, Hpa An y Mawlamyine para volver a Yangon. Llegaron después algunos cambios de hoteles, alguna que otra mínima variación del viaje internacional y a principios de marzo ya teníamos el acuerdo completo, con los hoteles seleccionados, los vuelos internos (siempre a primera hora de la mañana para aprovechar el día en destino) y las visitas programadas (con alguna que no estaba en su programa como la cueva de los murciélagos).

     Y así fue pasando el tiempo. Intercalando correos sobre distintos asuntos como un pequeño seísmo en Kakku que derribó algunas pagodas, las inundaciones del norte del país, el cambio de moneda o la imposibilidad de volar en globo en esa estación. A todos nos respondía Zaw con prontitud y nos tranquilizaba sin dar demasiada importancia a los acontecimientos añadiendo que no serian un prejuicio para nuestro viaje.

     Sacamos el visado a finales de Junio, no tenía sentido sacarlo antes porque solo tiene 90 días de validez. Vale para 28 días de estancia en el país.

     En uno de los últimos correos nos informó del nombre de la guía que nos acompañaría. Se trataba de Sandar Myint de la que nos informamos antes de partir (para eso internet es ideal). De modo que un mes antes de partir ya la teníamos localizada incluso con fotos (aparecía en un diario viajero en solitario de un gallego unos años atrás).

     Los últimos cabos sueltos se ataron contratando el seguro y el hotel en Madrid de los días anterior y posterior al viaje.

     Pero eso si, desde la primera idea del viaje yo comencé a informarme de lo que veríamos luego, leyendo muchos de los diarios editados por decenas de viajeros, apuntando posibles restaurantes y guardando fotos y mapas de los templos y pagodas incluidos en la guía que me mandó la agencia. Sin saberlo, yo ya estaba viajando.

     Además para colocar la guinda del pastel es imperdible el diario de Esmeralda (Emerald) con la que incluso intercambié mensajes privados. Y como en algunos viajes anteriores compramos algunas minucias para regalar a los birmanos, en este caso, globos y pomperas de jabón para los niños y maquillajes y coloretes para las mujeres.

LOS COSTES

Vuelo internacional: 942,18 € la pareja. Con Qatar Airways y escala en Doha (justo a medio camino). Del 24 de Agosto al 8 de Septiembre. Un precio espectacular.

Visado: 50 $ por persona. Por correo desde España. en esta dirección.

Seguro de los vuelos: 59,08 € la pareja. Con Mondial Assistance.

Pago a la agencia OneStop: 2158 $ por persona (poco mas de 1900 €, al cambio entonces). Incluía los hoteles, los vuelos internos (4), los paseos en barco, carros, motos eléctricas y demás, las entradas a los templos, los tickets de zonas turísticas, la guía y los conductores e incluso los suplementos por cámara de fotos de algunas atracciones.

Seguro de viaje: 134,79 € los cuatro. Con AXA Assistance.

Guía: Sandar Myint guía birmana en hispano que al parecer trabaja para varias agencias

Hotel en Madrid, entrada y salida: 110 € los dos días, por habitación. Hotel JC Rooms Santo Domingo. Acogedor y muy bien situado en el centro de Madrid.

Hoteles en Myanmar:

.- Sule Shangri-la en Yangon. Una torre junto a la pagoda Sule, habitaciones muy completas con todos los detalles. Desayuno completo.

.- Mountain Top en Golden Rock. El mejor de la zona. Habitación correcta pero desangelada, desayuno escaso.

.- Hotel Zwekabin en Hpa An. Seguro que con tiempos mejores, habitación enorme pero destartalada.

.- Hotel Attran en Mawlamyine. Correcto.

.- Bagan Lodge en Bagan. Habitación enorme, buena simulación de lodge africano. Desayuno a la carta para ahorrar costes, tenia pocos huéspedes.

.- Mandalay Hill Resort en Mandalay. Muy buena situación. Habitación normal con vistas a la colina. Desayuno amplio, cena occidental a precios normales.

.- Hotel Aureum en el lago Inle. Una cucada. Habitación mas grande que mi casa. Desayuno a la carta, en familia. Cenas caras como corresponde al hotel.