LANZAROTE (Mayo 1997)

 

     Visitamos esta isla aprovechando algunos días libres que teníamos en la primavera del 97. Una semana es más que suficiente para verla sin agobios. Con un coche de alquiler puedes atravesarla de parte a parte en sólo una mañana y además tiene muchos rincones pintorescos.

        Nos alojamos en el Hotel Beatriz en Costa Teguise, un establecimiento espectacular con una cascada interior en su salón principal. Justo en esos días rodaban en el hotel algunas escenas de una famosa serie de televisión. 

     El  dromedario abunda en la isla solo como reclamo publicitario, este de la foto hace creer que una vez tiraba de un molino de agua.

     En un extremo de la isla se encuentra un mirador que da justo al pasillo que forman las islas de Lanzarote y Fuerteventura. Un sitio especial con unas vistas espectaculares.

     Tres lugares muy distintos de la isla. El primero en Arrecife, la capital, un pórtico de piedra junto al muelle. El segundo en Los Jameos del Agua, brillante interpretación arquitectónica del genial Cesar Manrique (sus creaciones se encuentran esparcidas por toda la isla) aprovechando los pasillos y recovecos dejados por la lava de un volcán en su camino al mar. El tercero es una maravilla natural en forma de mirador esculpido por la furia del agua y del viento.

    El Parque Nacional del Timanfaya, en el puedes ver un autentico paisaje lunar, pasear en dromedario, un ardiente geiser natural, prender fuego de la nada o comer carne asada por las mismas entrañas de la tierra. Merece casi un día completo si de camino paras en alguna bodega para degustar el vino producido milagrosamente por la árida tierra volcánica.

      Otra curiosidad que merece la pena ver: un jardín botánico exclusivamente de cactus de todas las especies y tamaños (no se engañen, el primero es de metal). Hasta los servicios resultaban originales.

     Tanto en esta atracción como en las demás de la isla, porteros igualmente uniformados te flanquean la entrada y te sellan el billete. Todos pertenecen a la administración del Cabildo Canario.

       Por toda la isla abundan los cactus de mil formas, los muros bellamente decorados y unas curiosas veletas multicolores que aprovechan el siempre abundante viento.

 

MAPA